Todo en la vida necesita de mantenimiento continuo, de esta forma garantizamos su buen funcionamiento y, además, prolongamos su tiempo de vida útil. Esta premisa de limpieza continua no solo incluye los electrodomésticos y gabinetes de la cocina, también lugares menos visibles como la tubería del fregadero. Descubre qué debes hacer para desinfectar y limpiar los tubos de la cocina.
1. Limpia con agua común
Lo primero que debes tener presente es que todos los días se vierten sustancias pegajosas, viscosas y grasosas en el fregadero. Estos elementos contribuyen a que se formen malos olores, o peor aún, ocurra una obstrucción en el lugar.
Para disminuir los riesgos mencionados, el agua caliente es muy efectiva. Primero, corrobora si el fregadero de la cocina es de los que tiene un tapón. En caso de que esto sea afirmativo, ciérralo. Luego, llena el fregado con agua hasta el tope, de preferencia que el agua sea caliente. En este punto, retira el tapón con cuidado, y deja que la fuerza y temperatura del agua hagan su trabajo en las tuberías.
Ahora bien, si tu fregadero no cuenta con ningún tapón, ¡tranquilo!, una olla con agua hirviendo bastará. Con las precauciones del caso, vierte el agua caliente por el desagüe de la tina de fregar. Intenta realizar esta maniobra una vez por semana. Ten presente que el agua tibia puede aflojar el pegamento y las empacaduras de la zona a tratar.
2. Desinfecta con lejía
Si sientes que tu tubería despide malos olores de humedad o sucio, este truco te puede funcionar. Esto suele suceder cuando las tuberías están conectadas a la planta de alcantarillado o ya están muy viejas. Una taza y media de cloro o lejía es suficiente, viértela por el desagüe, pero debes esperar hasta la noche una vez que la cocina haya cerrado. Al día siguiente enjuaga con abundante agua del grifo, y listo.
Pero ¡cuidado!, de ningún modo permitas que restos de la lejía se asienten en el fregadero, en especial si este es de cobre o acero inoxidable. Otro punto a tener presente es que si has limpiado recientemente la tina de fregado con algún producto abrasivo, debes dejar la limpieza con lejía para otro día.
3. Usa un limpiador de bricolaje
Una opción para los que cuidamos del medio ambiente y que, además es igual de efectiva. Se trata de combinar 1/2 taza de bicarbonato de sodio con 1/2 taza de vinagre blanco destilado, para luego dejarlo ir por el desagüe. Esta mezcla debe dejarse reposar en el área por 5 minutos y no más, porque se puede solidificar. Pasado el tiempo, vierte dos ollas con agua hirviendo al fregadero, esta se encargará de llevarse los desechos.
4. Evita hacer esta cosas, y mantendrás tus tuberías limpias
Tomar medidas y sustituir pequeños hábitos es el primer paso para mantener tus tuberías operativas y limpias.
- Evita verter en tu fregadero aceites, sustancias grasosas o posos de café.
- Incorpora a tu fregadero, una rejilla o colador, este atrapará los desechos grandes de comida. Solo recuerda vaciarlo en el recipiente de basura con frecuencia.
- ¿Tienes triturador de basura? Perfecto, no olvides que todos los desechos no son aptos para este artefacto, por ejemplo, los huesos de ganso. Por otro lado, siempre que lo uses abre el grifo para que corra agua, a temperatura ambiente, esto ayudará al triturador a hacer su trabajo.
Nadie quiere un desagüe obstruido en su casa, este escenario es muy desagradable y desafortunado. Para desinfectar y limpiar la tubería del fregadero no necesitas mucho tiempo, y a cambio, esta acción te ahorrará dinero al no tener que contratar a un plomero. Además de sumar a la limpieza de cada rincón de tu hogar, no dejes ningún detalle al azar.
