Freír un huevo en una sartén tradicional puede ser una auténtica pesadilla. Por esta y otras razones, las sartenes antiadherentes se han convertido en uno de los esenciales de la cocina. Sin embargo, para mantener su superficie antiadherente por más tiempo, se requiere una serie de cuidados especiales. Te mostramos qué no debes hacer con este tipo de sartenes.
1. Usar utensilios metálicos o afilados
Los utensilios de metal y objetos afilados arruinan el revestimiento antiadherente de tu sartén. Estos tienden a rayar y dañar la superficie, lo que termina en alimentos pegados y difíciles de servir. En ese sentido, la recomendación es siempre usar utensilios de madera o plástico, ya que no se corre el riesgo de maltratar el revestimiento.
2. Utilizar spray antiadherente
Puede que creas que tu sartén antiadherente necesita una ayuda extra, y decidas rociar un poco de este spray. Sin embargo, estos aerosoles pueden terminar por perjudicar su revestimiento. Esto se debe a que crean una capa pegajosa que se convierte en una barrera entre la superficie antiadherente y la comida. Además, con el paso del tiempo, se vuelve muy difícil de eliminar.
3. Lavar con productos agresivos
Otra forma de arruinar la superficie antiadherente de tu sartén es utilizar una lana de acero o un estropajo abrasivo al momento de lavarla. Si a esto le sumas un producto de limpieza fuerte, es probable que debas decirle adiós al revestimiento antes de lo esperado.
Por ello, la mejor forma de higienizar tu sartén es con un cepillo de limpieza de cerdas de plástico y un poco de sal kosher. Así mismo, si vas a usar un estropajo, procura que sea por el lado suave, ya que el lado áspero puede rayar la superficie.
Por último, ten en cuenta que el lavado de la sartén antiadherente siempre debe ser a mano. Los lavavajillas no solo utilizan detergentes muy fuertes, sino que exponen al utensilio a altas temperaturas que acortan su vida útil.
4. Cocinar a altas temperaturas
Dado que las altas temperaturas comprometen el revestimiento antiadherente de la sartén, se debe cocinar a temperaturas bajas y medias. De igual forma, no es conveniente verter agua fría en una sartén que acabas de sacar de la estufa. Este cambio de temperatura puede hacer que pierda su forma.
5. Cocinar alimentos ácidos
Los alimentos ácidos y las sartenes antiadherentes no son una buena combinación. Evita cocinar en este utensilio alimentos como tomates y cítricos, ya que el ácido acorta la vida útil del revestimiento.
6. Precalentar sin un poco de aceite o mantequilla
Aunque se recomienda precalentar las sartenes de hierro fundido, este consejo no se aplica de la misma forma en las sartenes con superficie antiadherente. En este caso, debes calentarlas, pero con algo adentro, ya sea un poco de aceite o mantequilla. De lo contrario, empezará a emitir gases que, en algunos casos, pueden ser nocivos para la salud.
7. Guardar en un lugar inadecuado
La mayoría de nosotros guardamos las ollas y las sartenes apiladas en un gabinete de la cocina. Sin embargo, esto es un error que perjudica el revestimiento antiadherente. ¿Cómo? En esta posición, las bases de otros utensilios son propensas a rayar y dañar la superficie antiadherente. Por fortuna, una toalla de papel en el fondo de cada recipiente es una excelente protección.
8. Almacenar restos de comida
Así como no es recomendable usar el lavavajillas para higienizar las sartenes antiadherentes, no es una buena idea guardarlas en la nevera con comida. Estos utensilios son conocidos por cambiar el sabor de la comida, además, que esta puede perjudicar las propiedades antiadherentes de su superficie. Por mucho que quieras irte a la cama después de cocinar, tómate unos minutos para almacenar los restos de comida en sus respectivos recipientes.
Las sartenes antiadherentes suelen durar menos que aquellas que están elaboradas con otros materiales, pero con los cuidados adecuados, puedes sacarle el provecho que necesitas para que tus recetas queden perfectas. ¡A freír huevos sin problema!