El agua es un recurso imprescindible para la vida. Por ello, debemos tratarla con conciencia, ponerle un coto al desperdicios del vital líquido es imperante. Por abrumador que parezca cambiar nuestras costumbres, siempre es bueno reformular los hábitos en pro de ser más ecológico. La cocina es un escenario ideal para tal fin, descubre los consejos que tenemos para ahorrar agua en el corazón del hogar.
1. ¿Vas a usar lavavajillas? Llena ¾ de su capacidad
Es necesario que pongas en marcha tu lavavajillas si por lo menos tienes utensilios para llenarlo a ¾ de su capacidad, menos de esto sería un total desprecio de agua. Esta cantidad de platos es la ideal para garantizar su buen funcionamiento, el exceso puede impedir que el electrodoméstico deje limpia la vajilla, por lo que tendrás que poner la en lavavajillas una vez más, desperdiciando más agua y electricidad.
2. No uses agua para descongelar
Puede que te resulte más práctico porque el tiempo de descongelar se reduce y si tienes prisa te ves tentado. Pero con un poco de organización usar agua para ablandar el hielo no será necesario, por la noche puedes dejar el alimento en el frigorífico de la nevera o en su defecto usa el microondas.
3. Usa el tamaño adecuado de los utensilios
No es necesario usar una olla mediana para poner a cocer pasta para una sola persona. Aunque puede que sea la batería que tengas a la mano, ten presente que las ollas grandes demandan más líquido de lo necesario. Por otro lado, ¿cuánto tiempo te puede tomar encontrar la adecuada? No mucho, es hora de escoger el tamaño idóneo de la olla y la cacerola según sea la porción de la preparación.
4. Cocina al vapor siempre que puedas
Los alimentos al vapor requieren menos agua que un guiso, además resultan más sanos, ya que las verduras, por ejemplo, pierden menos nutrientes que cuando se ponen a hervir.
5. Intenta reutilizar el agua de algunas cocciones
Tirar el agua de las pastas y verduras es un total desperdicio, ¿tienes jardín? Puedes regarlo con esta agua una vez que se enfríe. Hay quienes la reutilizan, cuando vuelve a temperatura ambiente, para cocinar otra ronda de verduras o pasta.
6. Remoja ollas y sartenes
Sí, lo sabemos, resulta tentador raspar esa olla o sartén con pegadura renuente debajo del grifo abierto, pero no lo harás más porque sabes que es un total derroche de agua. En cambio, la pondremos en remojo, mientras fregamos el resto de la vajillas o hacemos otras tareas. La suciedad no tardará mucho tiempo en despegarse.
7. Deshazte de los desperdicios ante de lavar los platos
Dejar que los desperdicios de comida se vayan por el fregadero te hará gastar más agua de la necesario, ten presente que el triturador del basura necesita agua para lograr un funcionamiento óptimo. Puedes hacer composta con los desperdicios orgánicos de tu cocina.
8. Retén el agua corriente
Sabemos que es costumbre dejar correr un poco de agua del grifo para dar tiempo a que su temperatura pase de caliente a ambiente. Entendemos porque lo haces, pero la próxima vez usa un bol para atrapar esa agua, toma en cuenta que luego que cambie de temperatura la puedes usar para otras tareas.
9. Limpia las manchas y derrames al instante
Es más fácil limpiar una mancha fresca que una seca, ahorra agua, tiempo y esfuerzo. Presta atención a estos accidentes y procede a poner las cosas en orden de inmediato. Inclínate por usar toallitas desechables en derrames que involucren aceite o sustancias viscosas, puede que te suene contradictorio, pero considera la cantidad de agua y jabón que necesitarás para quitar esas sustancia de tus paños de cocina.
Estas medidas no solo te ayudan a ser más gentil con el medio ambiente, también se verán reflejada en la factura de agua a fin de mes. De este modo, cambiar de hábitos es un ganar y ganar, ¿qué esperas para ponerlo en marcha?