El aceite es uno de los productos estrella a la hora de cocinar. No solo por sus propiedades o para realizar ciertas elaboraciones culinarias como frituras, sino también porque permite que los alimentos no queden pegados a la superficie de la sartén. No obstante, si quieres reducir su consumo, tan solo tienes que seguir los trucos que hemos seleccionado para ti.
Escoge bien los utensilios, uno de los trucos para cocinar con poco aceite
Lo primero de todo, si no quieres emplear tanto aceite a la hora de cocinar, debes contar con los utensilios adecuados en tu cocina. Nos referimos, por ejemplo, a las sartenes. Las antiadherentes se postulan como una gran opción, pues no requieren de tanto aceite o mantequilla gracias a la propiedad antiadherente que evita que los alimentos se peguen a la superficie.
Asimismo, es preferible que los bordes de la sartén sean altos. Esto facilita que el aceite se caliente más rápido y de forma homogénea. Puedes decantarte igualmente por una cacerola alta si lo que quieres es freír alimentos. Usarás aún menos aceite, ya que el diámetro será menos y, por ende, en seguida tendrás suficiente líquido para sumergir los alimentos que desees. Cuando estén listos, tan solo tienes que retirarlos con una espumadera para evitar que gran parte del aceite acabe en el plato donde vas a comer.
No emplees temperaturas muy elevadas
Como es lógico, para freír alimentos es necesario que el aceite se exponga a una temperatura alta. Pero esto no significa que deba ser lo más elevada posible. Lo ideal es ir regulando la temperatura a fuego medio-alto.
Tan importante como esto es no introducir los alimentos en aceite hasta que no esté lo suficientemente caliente. De lo contrario, la absorción será mayor y el resultado, más grasiento. Asimismo, tendrás la oportunidad de reutilizar ese aceite para otras ocasiones. Cuélala cada vez que la emplees nuevamente y deséchala cuando veas que comienza a oscurecerse.
Hazte con un pulverizador de aceite
Cuando echamos el aceite directamente de la botella, es posible que nos excedamos respecto a la cantidad deseada. Para evitar esta situación, lo ideal es que tengas en tu cocina un pulverizador de aceite. Este se rellena de aceite (o de vinagre) para pulverizarlo en su justa medida donde queramos. Además, la conservación del producto es perfecta y su sabor no se ve alterado.
Calcula correctamente la cantidad de comida
Este truco está relacionado con el anterior, pues muchas veces se calcula mal el aceite que se necesita para freír o cocinar ciertos alimentos. Para ello, así como para evitar desperdiciar aceite, debes tener en cuenta la cantidad de comida que vas a preparas y el tamaño de la sartén o superficie en la que vas a hacerlo.
¿Conocías todos los trucos que te hemos presentado en este post? Si los sigues, reducirás tu consumo de aceite a la cantidad justa y correcta. Lo notarás en la comida que prepares, pero también en tu bolsillo. ¿A qué esperas para poner estos consejos en práctica?