Muchos son de la opinión de que el cuchillo es el rey de los utensilios de cocina, ¿pero qué hay de las tijeras? Aunque a menudo están en uno de los gabinetes y solo ven la luz para abrir un empaque, existen diferentes tipos de tijeras de cocina que, en las condiciones correctas, pueden ser más fáciles de usar que los cuchillos. Descubre cómo afilar las tijeras de cocina sin ayuda de un profesional.
1. Utiliza papel de lija
Si tienes un par de tijeras a las que quieres devolverle su esplendor, el papel de lija puede ayudar. Asegúrate de tener a la mano una lija con grano de 150 a 200, preferiblemente, y una toalla de papel.
Una vez lo tengas, dobla la lija por la mitad de modo que los lados lisos se toquen. Luego, con las tijeras sin filo, corta el papel de lija de 10 a 15 veces, debes procurar que toda la hoja pase por la lija para que se afile por completo.
Ahora bien, si cortaste las veces indicadas y no te parece que tenga el filo que esperabas, corta más veces el papel de lija. Cuando hayas obtenido el resultado que buscabas, limpia las hojas de la tijera con la toalla de papel.
2. Usa una hoja de papel aluminio
Para afilar tijeras con papel aluminio, debes seguir un método similar al anterior. Lo primero que debes hacer, es cortar una hoja de al menos 25 centímetros de largo y doblarla varias veces.
Después de obtener una tira gruesa de papel aluminio, corta entre 10 y 20 veces. Eso sí, debes asegurarte que toda la hoja atraviese las capas del papel y si no queda lo suficientemente filosa, puedes continuar cortando hasta que consideres que lo está. Como en el caso anterior, toma una toalla de papel y limpia las cuchillas de las tijeras antes de guardarlas.
3. Consigue una botella de vidrio o frasco de cristal
Sí, no estás leyendo mal, puedes usar una botella o frasco de vidrio para afilar tus tijeras y que vuelvan a ser tan útiles como al principio. Para ello, sostén con firmeza, usando tu mano no dominante, la botella o frasco.
Después, procede a cortar la parte superior del recipiente con las tijeras, teniendo en cuenta que todo el filo debe rozar el vidrio y que no se necesita aplicar mucha presión.
Si bien es cierto que el movimiento puede resultar incómodo, es muy efectivo, por lo que debes pasar la tijera entre 15 y 20 veces. Ahora bien, de no estar satisfecho con el filo obtenido, puedes repetir el procedimiento y, una vez finalizado, limpiar las cuchillas con una toalla de papel.
4. Hazte con una piedra de afilar
Las piedras de afilar no solo sirven para los cuchillos, también pueden ser útiles si quieres que tus tijeras corten como lo hacían cuando las compraste por primera vez. Para hacerlo, coloca la piedra sobre un paño de cocina con el lado rugoso hacia arriba.
Es opcional, pero si tienes tijeras de cocina desmontables, asegúrate de afilar cada cuchilla por separado. Ahora bien, en caso de que no lo sean, ábrelas lo suficiente para afilar cada una por su cuenta.
Aclarado esto, ¡comencemos a afilar! Agarra una de las hojas de la tijera con tu mano dominante, y coloca el borde biselado contra la piedra. Luego, desliza por la piedra con movimientos rectos y constantes al menos 20 veces.
Repite el proceso con el borde plano de la hoja y pasa a la siguiente cuchilla. Una vez terminadas, voltea la piedra de forma que el lado no rugoso quede hacia arriba y repite los movimientos 5 veces en cada lado de cada cuchilla. Para finalizar, usa una toalla de papel para limpiar.
Sea cual sea el método que escojas para devolver el filo a tus tijeras, siempre procura afilar ambas cuchillas de forma uniforme, seguir el ángulo biselado que tienen por defecto y limpiar después de cada afilado.