En el mercado se puede encontrar una gran variedad de sartenes, ¿quieres conocer las diferentes características de cada una de ellas? Así sabrás cuál te conviene más adquirir, siendo la ideal aquella que te resulte más práctica y sencilla a la hora de cocinar. ¡Vamos a descubrirlas!
Sartenes de aluminio
El aluminio es un material muy utilizado en productos de uso diario, como en las sartenes. ¿Las razones? Se trata de un metal muy ligero que retiene y conduce el calor al tiempo que es resistente a la oxidación. Su revestimiento suele ser de titanio, cerámica o piedra. Sin duda, una elección más que acertada para cocinar.
Su limpieza igualmente es de lo más sencilla. Eso sí, te recomendamos no realizarla con esponjas metálicas o materiales que puedan ser abrasivos. Y, a la hora de preparar algún alimento, utiliza utensilios de silicona o madera. De esta forma, evitarás que se rayen, alargando aún más la vida útil de las sartenes de aluminio.
Sartenes de titanio
En estos últimos años, las sartenes de titanio han ganado en popularidad. Requieren un mínimo de mantenimiento, y son muy resistentes y duraderas, por lo que su precio puede ser mayor. Su principal característica es su recubrimiento antiadherente de titanio.
Sartenes de acero inoxidable
El acero inoxidable responde con gran resistencia a los efectos de la corrosión y, al entrar en contacto con los distintos alimentos, los cocina repartiendo el calor de la forma más homogénea posible. Por ello, hablamos de sartenes versátiles que admiten muchos tipos de elaboraciones culinarias.
Sartenes de hierro
Dentro de este tipo de sartenes, en el mercado encontramos las de hierro mineral y las de hierro fundido o colado. Ambas tienen bastante durabilidad y, en el caso de las segundas, puedes cocinar a la plancha sin usar mucha cantidad de aceite. ¿Una desventaja? Su peso, mayor que el de otras alternativas.
Sartenes de teflón
Fueron las más comunes durante mucho tiempo. Tienen una gran capacidad antiadherente y su coste es muy competitivo. No obstante, contienen un polímero sintético conocido como PFC que, cuando las sartenes se deterioran, son liberados y resultan tóxicos. Por ello, si tienes alguna sartén de este tipo, presta especial atención a su mantenimiento.
Sartenes cerámicas
Las sartenes cerámicas surgen como una alternativa a las de teflón. Al principio, sorprende su gran capacidad antiadherente. Da igual que uses más o menos aceite, ¡no se pega ningún alimento! No obstante, con el paso del tiempo pierden esta gran ventaja y se acaban deteriorando como resultado de las temperaturas muy altas.
Sartenes de granito
Estas, junto a las dos anteriores, son las que menos durabilidad presentan, por lo que si quieres una sartén para toda la vida, decántate por otra. Como su nombre indica, su recubrimiento es de granito.
Como ves, hay numerosas sartenes en función de su material. En La Moustache apostamos por las de aluminio antiadherente reforzadas con 7 capas extra de titanio para una máxima durabilidad y resistencia. ¿Te animas a hacerte con un juego? ¡Quedarás encantado con su uso y resultados.
